Hace pocos días hemos comenzado un nuevo año cargado de ilusón, esperanza, proyectos... un año donde el Dios- con nosotros ha vuelto a nacer para habitar y permanecer en nuestros corazones.
Hemos partido el año en Fátima, GRACIAS!! y lo hemos hecho rezando el rosario en medio de una multitud a los pies de Aquella a quien le debemos todo...Gracias María por tu FIAT incondicional al Padre!!
Era realmente impresionante la cantidad de gente, la devoción y el clima de oración que se palpaba en aquel momento...pensaba en como en los tiempo de Jesús la multitud de reunía en torno a Él para escucharle, para contemplarle, para pedirle que les sanara...y nos veía a nosotras igual...allí estabamos presentes entre esa multitud formada por rostros anónimos y rostros con nombre; por enfermos, por sanos; por personas provenientes de países lejanos con situaciones reales bien distintas, pero en el fondo, todas con un mismo sentir : TÚ!!
Y tras estos días fuertes de encuentro y oración, no nos podemos volver a casa igual...hemos rezado, hemos contempaldo y adorado,y hemos vuelto a ser testigos de que Dios se revela a los más pequeños, a los más sencillos...¡ Qué grande eres Señor!
Tras todo esto y tras el comienzo del año nuevo una pregunta debe sonar en nuestro interior...¿ a qué me comprometo?, ¿ a qué te comprometes?
Respondamos desde la humildad y sencillez de nuestro corazón a Aquél que tanto nos ama!!
1 comentario:
Esto que has escrito recoge una sentencia de Don Daniel el último día que aún me retumba en los oídos y en el corazón:
"no puede ser que a una misionera de Nazaret el encuentro de estos días no la cambie, ¿a qué os compromete?"
esa rotundidad me exige, o al menos eso me gusta pensar.
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