viernes, 27 de noviembre de 2009

Esperar es mucho más que desear...


...pero nosotros confundimos a menudo lo uno con lo otro. Esperar es aguardar lo que la fe nos hace conocer: se trata, a buen seguro, de cosas oscuras, aunque incomparablemente más plenas. Esperar es aguardar con una confianza ilimitada lo que no conocemos, pero de parte de Aquel cuyo amor sí conocemos. Recibimos en la misma medida con la que esperamos.
O esperar o actuar, según las circunstancias... En ambos casos nos pide el Señor radicalismo, esto es, o esperar a fondo o actuar a fondo. Esperar lo que no depende de nosotros es una buena ocasión para poner en Dios una confianza sin fisura.
Cuando debemos intervenir en algo verdaderamente supera nuestras posibilidades, es preciso confiarlo a Dios. Y confiarlo a Dios significa fiarse de Él. Para que esta confianza sea real, efectivamente buena, no debemos dejar sitio en nosotros a la inquietud. Lo que el Señor nos pide es creerle Dios, esperar en Él. Esperar, de bruces sobre la tierra, pero esperar con una esperanza vital, indestructible. (M. Delbrêl, del libro Indivisibile Amore) ;-)

3 comentarios:

Teresita dijo...

Sólo confiando en Dios la espera no se hace sufrimiento sino amor e ilusión por conseguir aquello que tanto ansías.
Hay momentos duros, sí, pero eso sólo ocurre cuando uno se equivoca y fija los ojos en sí mismo, en las circunstancias, en los que le rodean...
Si confías en Dios, la espera, sea lo larga que sea, se convierte en sentido de vida.
"Señor, sólo en Ti hallo consuelo y sentido."

Aurora dijo...

Supongo que ESPERAR no significa permanecer quieto, sino esperar activamente, velando. Ciertamente hay momentos en los que parece que esperas en vano, sin sentido, sin respuesta o encuentro; pero he ahí la permanencia que garantiza salir fortalecido.

Cris dijo...

"Sé valiente, espera en el Señor" (Sal 26).
Este fragmento del salmo que tantas veces rezamos me ha venido al leer este texto. Sin duda el Señor nos llama a arriesgarnos, a realizar aquello que nos parece imposible, y nos pide esto porque nos tiene agarrados de su mano, y junto a Él nada es imposible.