domingo, 21 de marzo de 2010

Una amistad como ninguna.

Éste es el título de un libro que me estoy leyendo, cuyo tema principal trata sobre nuestra "amistad" con Dios. En él se profundiza en el sentir el deseo de esta amistad, comprendernos, comprenderle y sentirle. ¡Podría escribiros tantos temas interesantes! Pero hoy os dejo una parte del capítulo que tiene como título: "¿Cómo puede desear Dios mi amistad?". En él el autor habla del amor inmenso de Dios pese a que nos sintamos tantas veces "insignificantes"

"El mayor obstáculo para llegar a una auténtica relación con Dios es nuestra presunción de que, en última instancia, la relación depende de nosotros."


¿Cuántas veces hago depender nuestra relación por mis faltas? ¿A caso no he dudado alguna vez de si Dios se siente decepcionado después de haber "vuelto a caer"? Y... ¿quién soy yo para haber recibido tan gran regalo? Pienso "pero si soy tan "pequeña" ante sus ojos..." y me tengo que responder: "Si Dios quiere mi amistad, nada importa mi sentimiento de insignificancia".

Realmente, "el amor de Dios por nosotros no depende de nosotros y de lo que nosotros hagamos", Él nos amó primero!!!! Yo, respondo, pero es Él quien ha elegido!
Una vez caemos... el arrepentimiento puede tanto con nosotras que nos quedamos en un "cuánto te he fallado mi Señor, cuánto te debo haber disgustado. Por esto ¿te arrepientes de haberme elegido?" ¿Me querrá menos que antes Dios?
...¿Y Él que hace? PERDONA, una y otra vez! Pero, "aún cuando sentimos el perdón de Dios, es posible que permanezcamos anclados a nuestro repulsivo pasado y que, por eso mismo, dudemos que seamos llamados a la amistad con Dios". "Tampoco yo te codeno" nos dice en el Evangelio de hoy!
No le (ni "me") hago ningún favor pensando de un modo tan "pobre y mezquino", viniéndome abajo encerándome en mí misma, haciéndome "insignificante", pues me refiero a "la persona que es la pupila de los ojos de Dios: Yo"!!!!!!!

"¡Soy un factor en la vida de Dios!"

"Nosotros amamos porque Él nos amó primero" ( 1Jn 4,19)

5 comentarios:

edith stein dijo...

Me encanta! He disfrutado mucho con la lectura! GRACIAS!!!
Liga muy bien con el Evangelio de hoy... y es que tenemos la suerte de que Nuestro Señor es el Dios del "ahora en adelante"; es el Dios del "hago nuevas todas las cosas". ¿Puede haber Gracia mayor?
Después de saborear esto, el reto está en "hacer nosotros igual"! Que nuestro cariño y amor por los otros no dependa nunca de lo que hagan esos otros. Ayúdanos Señor!

Chiara dijo...

¡Interesante! Me gusta que defina la amistad con Dios "como ninguna"...creo que esta unicidad resume toda su grandeza!
Y es cierto que el Evangelio de hoy lo refleja muy bien:lo que más me gusta es que, después de responder a la pregunta de los escribas y fariseos, Jesús no se marcha, se queda allí al lado de la mujer hasta el final, "se quedó solo Jesús con la mujer", dice el Evangelio. Jesús no solo no condena, no solo nos perdona, sino que permanece allí a nuestro lado, en lo bueno, en lo malo e incluso cuando le fallamos, para recordarnos que las palabras que dirigió a la mujer "Vete, y en adelante no peques más" son también para nosotros. Esto solo lo hace quien te ama mucho.

annarita dijo...

"guardame Señor como la pupila te tus ojos". gracias Leti.

Cris dijo...

Cada día el Señor nos abraza y nos envuelve con su misericordia infinita dejando de lado nuestras miserias...y nosotras, ¿somos capaces de hacer lo mismo con los demás?
Gracias!!

Cecilia dijo...

Qué gratificante recordar que Él mismo nos dejó dicho "Ya no os llamo siervos sino AMIGOS"
amigos de Dios porque Él ha querido ser nuestro amigo!
Gratitud para todos los días de nuestra vida y compromiso para brindar a mistad .
Gracias Leticia