domingo, 30 de noviembre de 2008

"¿Fumando espero?", por Daniel Padilla

Comenzamos un nuevo año litúrgico. Y la Iglesia nos invita a celebrar el Adviento. Y celebrar el Adviento es empaparse hasta la médula de la idea-realidad de la "venida de Dios a nosotros". Una venida que ya ocurrió hace más de 2.000 años. Una venida que volverá a repetirse para que todas las cosas adquieran "sentido". Y una venida, sobre todo, incesante, diaria, abrumadora, que está ocurriendo en mí y en mi entorno, en los mínimos detalles de mi existencia y en los grandes acontecimientos de la historia. Sí, Dios está viniendo constantemente. Y esto, amigos, aunque no sea nada más que por cortesía, mucho más desde otras perspectivas, requiere una actitud sabia de "espera". Pero, ¿cómo "esperamos" los hombres? Creo que un sector de la Humanidad espera huyendo. Tuve miedo, Señor, y me escondí, dijo Caín después de matar a Abel. Que no nos hable de Dios que moriremos, decían los israelitas a Moisés. Yo no sé qué hermano hemos matado ni qué negruras albergamos en nuestro interior; pero huimos de la luz de Dios, de la llegada de Dios, San Juan dijo: Los hombres prefirieron las tinieblas a la luz. ¿Creen que sólo se refería al pasado?
Fumando espero. Lo cantaba frívola y voluptuosamente la cupletista famosa. Y creo que ésa es una segunda manera que tenemos de esperar los hombres: fumando. Es decir, haciendo volutas de humo, huecas nubes azules, llenas de "nada". La superficialidad de todos los frívolos. Dejar que corran los días en la más absoluta de las inoperancias. "Aquí me dejó mi abuela, aquí me encontrará cuando vuelva". "¿Qué hacen ahí todo el día ociosos?" -preguntaba el "dueño", en la parábola de Jesús. Otros esperan, pidiendo plazos supletorios. ¿Se acuerdan de "El séptimo sello", la dura película de Bergman? Aquel caballero que volvía de las Cruzadas parecía intuir la llegada de Dios a su vida. Pero sólo lo veía en "la Muerte". La muerte es un personaje central en la cinta. Y así, un día, en la playa blanca y desierta, se pone a jugar nuestro caballero una partida de ajedrez con la muerte. Para eso: para pedirle un plazo de tiempo, un poco más de tiempo para poder hacer alguna buena acción. ¡Somos así! Hay alumnos que, en el mismo momento del examen, piden permiso al profesor para "repasar" un poco. Somos de esos jugadores que siempre esperan meter el gol del triunfo en los momentos de "descuento", Vírgenes necias que olvidamos llenar las lámparas.
Pero hay también otro modo de esperar: saliendo al encuentro del que viene. Es entonces cuando el Adviento adquiere todo su dinamismo. La vida se convierte en un "ir hacia Dios" que, a su vez, "Viene hacia nosotros". Adviento puro y completo. Cita de enamorados. San Juan de la Cruz es el inefable representante de esta inquieta "espera":
Buscando mis Amores
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los puentes y fronteras.

Así, sí. Sin que nos distraigan "las flores", sin que nos asusten "las fieras", que siempre acechan. Sin que sean un obstáculo "los puentes y fronteras". Toda la atención puesta en "buscar" al Señor que viene, que "está a la puerta". Eso es el "Adviento". Y eso es la Religión. Luego se canta: "Que mi amado es para mí, y yo soy para mi amado".

3 comentarios:

Virginia dijo...

"Empaparnos hasta la médula de la idea-realidad de la venida de Dios a Nosotros"...que este propósito nos anime a esperar confiadamente sabiendo que el que viene, lo hace para y por nosotros.
Buen Adviento!!!

Aurora dijo...

No sé si fumando pero realmente el adviento es un tiempo litúrgico que merece ser vivido con profundidad, sin pretenciones, sino con el fuerte deseo de que en nosotros se geste la vida, como en el seno de María. Es significativo este tiempo porque fue en un adviente en el que interiormente di un sí, que espero que sea para siempre. Que nuestro Señor nos conceda la gracia de esperar con grande ánimo preparando su venida.
Profundo Adviento

Cecilia dijo...

La buena espera es un arte y la esperanza un don
Que este Adviento nos ayude a ser maestros de esperanza y especialistas en espera densa, activa.

Felicidades D Daniel! gracias por comentarios tan buenos.