miércoles, 14 de abril de 2010

"La voluntad de Dios"

II reflexión de "Una amistad como ninguna";
Es curioso que frente a los "desastres naturales" que han ido tomando lugar en estos últimos meses, la gente se acostumbra dividir tomando dos posiciones respecto a Dios:
1. Los que dicen "Dios no existe, sino hubiera detenido esto". (¡Qué poca esperanza!)
2. Los que se consuelan con un "Dios quiso este terremoto para enderezarnos y atraernos más hacia Él.".
-Yo respondo... ¿Sí? ¿De verdad? ¿Dios quiere tantas muertes? ¿a caso quiere más o menos a los que nos han tenido que dejar ahora? Como dice el autor, "Yo preferiría no atribuir a Dios una intención para mí desconocida!" Dios crea y mantiene un mundo de placas tectónicas que se desplazan según las leyes desconocidas para nosotros, interacciones climáticas y otros fenómenos que a veces causan desastres para la vida humana.
Pongamos otra situación dramática: el asesinato de esta chica de Seseña (entre otros muchos!). ¿Qué con la malicia humana? ¿Dios no puede cambiar sus corazones? No, a menos que ese corazón acepte el cambio. Él no puede forzarnos.
Es un misterio, sí. Nunca tenemos respuestas para catástrofes así que rompen con la vida de tantas personas(¡imposible, por mucha ciencia que hagamos!)... . "No podemos conocer este misterio al igual que no podemos conocer la mente de Dios. Si pudieramos, Dios no sería Dios." Pero, estoy segura de que lo que transforma este dolor es la confianza en Dios. El sentirse tan amado por Alguien en situaciones así, el saber que Él está presente... ¡que Dios nunca falla! Es lo que le da esperanza a toda situación dramática y te obliga a superarte a ti mismo. Dios exige, sí, pero a la vez da vida en las situaciones más inesperadas. Situaciones que pueden soportarse únicamente con ciega confianza en Dios.

Dicen que "Dios escribe derecho con renglones torcidos". Entonces confiamos en Dios, confiamos en que Él "escribe derecho con todas las líneas torcidas que afectan a tantas vidas humanas a través de la historia."
No podemos ni tenemos necesidad de entender el misterio del mal con tal de que confiemos en Él. Pues Dios también ha querido sufrir con nosotros, sentir el máximo dolor, entregando a su Hijo, el Amado, al mundo y "dejando" que lo crucificaran. "Nuestro amigo quiere compartirlo todo con nosotros incluyendo lo que nos crea dolor y resentimiento hacia Él".¿Hay amor más grande?
Lo único que necesitamos es decirle SÍ a Dios.

"Para que la noche sea santa tiene que haber a un cierto nivel un "SÍ""

2 comentarios:

edith stein dijo...

Muy profundo! Gracias!!!

Cris dijo...

"Lo que importa es decir SÍ...cada uno a su manera"
Estas palabras están escritas en el lugar en el que María dijo Sí a la voluntad de Dios...
Que cada día sepamos decirle SÍ sin ponerle ninguna resistencia!!