viernes, 11 de marzo de 2011

Dios projimo

Ahí está tu reto,
tu grito,
tu llamada,
tu propuesta:
Abandonar los ídolos
que se agotan en sí mismos,
la imagen que seduce,
la opulencia que ofusca,
el éxito que adormece la vida,
el Yo enclaustrado en jaula de oro,
para volvernos a Ti, vivo y verdadero.
AdivinarTe en el otro.
Atravesar nuestra porción de historia
con fe, con pasión,
como quien busca
y a ratos vislumbra
indicios de tu presencia.
Sollozar por las vidas rotas
con lágrimas de compasión fecunda.
Y reír, dichosos,
cada vez que el Amor
nos da un respiro.
(J.Mª. Rodríguez Olaizola, SJ)


Me pareció una buena oración para Cuaresma. Abandonar lo que nos aleja de encontrar a Dios en nosotros y en los otros (ayuno), actuar desde la misericordia hacia todas aquellas "vidas rotas" que nos rodean y necesitan ayuda (limosna) y desde la oración, buscar constantemente indicios de su Presencia, que en el fondo, es lo que nos salva.

3 comentarios:

edith stein dijo...

Seguir a Jesús es VIVIR, por muchas muertes que tengamos que afrontar en la vida!

annarita dijo...

Mi hai fatto ricordare la carta di clan..."Che i nostri sogni non siano una gabbia dorata, ma ali per volare..."

Leticia dijo...

Y vivirlo en constante alegría pues ese gran Amor procura darnos el "respiro" necesario en cada instante. Sólo basta verle y dejarse en sus manos! Aunque a veces no se vea todo tan claro! ¡Somos afortunadas!