miércoles, 24 de febrero de 2010

La fortaleza está en la fragilidad...

Este fin de semana hemos estado trabajando la resiliencia, una capacidad a desarrollar! Ésta es "fuerza interior" que permite que nos superemos y no nos dejemos "romper" ni "deformar" frente a las adeversidades sino que nos mantengamos firmes. Pero, atención!! Siempre volviendo al estado original "transformadas" para poder superar otras futuras!!

Cuando nos vemos entre la espada y la pared, o ante una tristeza incontrolable...ante lo que consideramos dramático ¿Qué hacemos? Tenemos tres opciones: huir, "caer en picado" por esa tristeza y por dar vueltas en uno mismo o... SUPERARLO! Para ello debemos aliarnos con el optimismo y la aceptación de la situación para así poder ir en búsqueda de soluciones (que siempre nos lleven adelante!)

"Para el que tiene fe todo es signo!" Pues qué gran regalo el nuestro! Nosotras, desde la fe y desde esta vocación que nos ha sido regalada no podemos concedernos las dos opciones primeras!!! Porque si Dios lo permite... señal de que ha de pasar, de que debe suceder!! Las adversidades nos hacen crecer y nos hacen ser fuertes!! Y... la luz de la Palabra, por más que nos pasen cosas, exige que nos alcemos sobre nosotros mismos. Nada "dramático" no puede hacer que no seamos nosotros mismos (total, lo imposible "sólo tarda un poco más!)... no existe el "NO PUEDO", debemos jugar limpio con nosotras mismas y buscar la manera de convertir el NO en SÍ, y GRACIAS!

Dios nos ha "lanzado" y tenemos la certeza de que sus manos nos nos fallarán...ahora nos toca a nosotras hacer de nuestra vida una auténtica acrobacia. Entonces, que no sean nuestros pequeños problemas (no tan importantes como para poner en el periodico) impedimento para poder saltar... ALTO! (Por siempre...excelsior!)

Soluciona, acepta y sobretodo... camina!

4 comentarios:

Aurora M. dijo...

Sólo la Palabra es la que nos ayuda a encontrar en las dificultades la fortaleza para seguir el camino. Ojalá nunca seamos nosotras nuestro propio obstáculo, sería darnos demasiada imporatancia a nosotras, olvidando que el verdadero centro es Cristo, el que da la fuerza para seguir siempre hacia la meta que Él nos marca.

Chiara dijo...

"No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
TÚ ME MUEVES..."
La fortaleza está en la fragilidad porque es donde aprendes a ponerlo todo en las manos de Dios.

edith stein dijo...

Qué suerte tenemos de los momentos frágiles para avanzar en humildad!

COLOMBITA dijo...

Cuando se vive este tipo de experiencias desde la trascendencia, se valora el poder de la oración. Ahí encuentran sentido las palabras de San Pablo:
"Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza". 2 Cor 12,9.

Gracias a Dios... Él es nuestra fuerza.