"Hemos sido bautizados. Dios no nos ha conquistado sólo mediante ideas y teorías o mediante piadosas disposiciones de ánimo y sentimientos, sino mediante la acción corpórea realizada con su fuerza, mediante la acción realizada sobre nosotros a través de sus ministros en el bautismo. Éste es nuestro consuelo y nuestra confianza: DIOS SE HA COMPROMETIDO CON NOSOTROS SOLEMNE Y PÚBLICAMENTE Y HA DERRAMADO SU ESPÍRITU DE AMOR EN NUESTROS CORAZONES DESDE LOS PRIMEROS DÍAS DE NUESTRA VIDA.
Este claro testimonio de Dios es más importante que el testimonio ambiguo de nuestro corazón cansado, débil y amargamente vacío. Dios nos ha dicho en el bautismo: Tú eres hijo mío y templo de mi Espíritu. ¿Qué vale frente a semejantes palabras nuestra experiencia cotidiana, según la cual parecemos ser pobres criaturas abandonadas por Dios y por el Espíritu?
¡CREEMOS EN DIOS MÁS QUE EN NOSOTROS MISMOS! (y no es una pregunta, sino una afirmación). Somos bautizados. Y el suave Espíritu del buen Dios reside en lo más profundo de nuestro ser, quizás allí donde no llegamos penetrar con nuestra deficiencia psicológica. Allí, el Espíritu clama al Dios eterno: Abba, Padre. Allí, el Espíritu nos dice a nosotros: Hijo, hijo verdaderamente amado con amor infinito. ¡SOMOS BAUTIZADOS!"
(Karl Rahner, El año litúrgico)
domingo, 9 de enero de 2011
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3 comentarios:
¿Puede haber motivo mayor para tener una sana autoestima? ¡Creamos en nuestro bautismo!
Es motivo de alegría realmente el ver que fue "desde el principio de nuestros días"! Doy gracias a Dios por esa constante presencia en mi vida desde el principio y por aquellos que me transmitieron su fe y la hicieron vida mediante mi bautismo.
gracias Mar...voy a creer en el buen Dios... a creer que todo acaba siendo como Él quiere porque la semilla crece con la zizania.
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