El encuentro de Elías con Dios
El Señor le dijo: «Sal y quédate de pie en la montaña, delante del Señor».
Y en ese momento el Señor pasaba.
Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto.
Pero el Señor no estaba en el terremoto.
Después del terremoto, se encendió un fuego.
Pero el Señor no estaba en el fuego.
Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave.
Al oírla, Elías se cubrió el rostro con su manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la gruta
Hace poco que leímos este pasaje de la Biblia y me acordé de una homilía de San Antonio donde el santo explicaba que la brisa suave donde se manifiesta el Señor es el Sí de María... la biblia nos lo dice todo, nos dice dónde se manifiesta Nuestro Señor... No en los grandes acontecimientos, ni en las cosas que parecen fantásticas y extraordinarias, sino en el sí, que tantas personas saben decir cada día, que es como una brisa que pasa casi desapercibida, que se hace notar sólo por aquellos que estan esperando atentos a Nuestro Señor para verlo y preguntarle: "¿Señor qué quieres de mí?".
;-)
domingo, 1 de noviembre de 2009
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